Recibir el diagnóstico de celiaquía puede ser, al mismo tiempo, un alivio y un tsunami emocional. Por un lado, por fin tienes una respuesta a todo lo que venías sintiendo. Por otro, parece que el mundo se pone patas arriba: ¿Qué como ahora? ¿Puedo salir a cenar? ¿Y si me equivoco?
Créeme que te entiendo. Yo pasé por esto dos veces: primero con mi hija Paula y después conmigo. Y sí, esos primeros días están llenos de preguntas, confusión y esa sensación de “no tengo ni idea por dónde empezar”.
🌿 1. Respirá. No estás solo.
Lo primero es recordarte que no estás solo. La celiaquía es cada vez más conocida, hay muchísima información (aunque también desinformación),
📚 2. Empieza por informarte (pero de fuentes fiables)
No todo lo que se lee en internet es verdad. Busca información en asociaciones oficiales de celíacos, consulta con nutricionistas especializados y confía en experiencias reales. Evitá foros alarmistas o consejos sin base médica.
Aquí, en Sin Gluten y Listo, siempre tratamos de ofrecerte datos confiables y nuestra experiencia personal.
🍽️ 3. Limpiá y reorganizá tu cocina
Este paso es clave para evitar la contaminación cruzada (cuando un alimento sin gluten se contamina por contacto con gluten, como migas, utensilios, superficies…).
Mis consejos para empezar:
✅ Separá los productos con gluten (si convivís con personas que no son celíacas).
✅ Ten tostadora, tablas, cuchillos y sartenes exclusivos para sin gluten.
✅ Leé todas las etiquetas (sí, todas).
✅ Comprá productos certificados o etiquetados como “sin gluten”.
✅ Usá tuppers y frascos para mantener todo más ordenado.
🔎 4. Hazte amigo del etiquetado
Leer etiquetas se convierte en rutina. Buscá siempre la leyenda “sin gluten” o el símbolo de la espiga tachada. Si no lo tiene, revisá la lista de ingredientes y buscá señales como “puede contener gluten”, “puede contener trigo”, etc.